La selección de esta antología, realizada por Diego del Pozo, reúne discursos, columnas y entrevistas en los que Mistral habla del cristianismo con sentido social, de su preocupación por el porvenir de las religiones y por el abandono de la espiritualidad. Además, contiene una segunda parte con escritos místicos provenientes de cuadernos íntimos, plagados de anotaciones en prosa, versos y poemas, que, a modo de mantras personales o aforismos espirituales, la conectaron con la belleza y su fe en la humanidad.
Gabriela Mistral
Gabriela Mistral comenzó a desarrollar su vida espiritual a muy temprana edad con la Biblia. A través de diversas lecturas, incorporó aspectos del budismo, el hinduismo y el judaísmo, además de una gran cantidad de temas ocultistas y esotéricos. Esa búsqueda mística y religiosa es uno de los aspectos más desconocidos de toda su vida y obra, pero es donde reside la sensibilidad que hay en su prosa y la fuente de inspiración de su poesía.
MISTRAL GABRIELA
Vicuña, 1889 - Nueva York, 1957 nacida Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga, hija de un docente y una modista. Fue maestra y directora de escuela en diversos puntos de Chile, desde el extremo norte al sur. Ejerció la enseñanza con la misma devoción con que se entregó a la literatura. En 1914 editó su primer libro de poesía, "Sonetos de la Muerte", y adoptó el seudónimo Gabriela Mistral en homenaje al italiano Gabriele d'Annunzio y al francés Fréderic Mistral. En 1922, dejó su país, invitada por el gobierno de México para colaborar en los planes de reforma educativa, y residió casi siempre en el exterior, con el cargo de cónsul desde 1932. Conocida por sus conferencias y clases en Centroamérica, Estados Unidos y Europa, en 1939 se mencionó su candidatura al Premio Nobel, que recibió en 1945. El Premio destacó tanto su fe en la literatura como en la docencia. Entre sus principales libros de poesía destacan Desolación 1922 , Tala 1938 y Lagar 1954 . Sus poemas exaltan el sentimiento, el paisaje americano y la infancia.