Basta, Any, me digo, es solo un suen o. Pero ¿y si no? ¿Y si no lo es? ¿Por que , entonces, es tan intenso? ¿Por que me levanto cansada, exhausta, aturdida? Me gustari a decirle esto a Ita, mientras estamos en clase, porque ella es mi amiga y me va a entender. Sin embargo, le escribo sobre Sonia. "¿Tu vecina, la que nunca nadie vio? ¿La que se esfumo ?", me responde por whatsapp. Si , pienso, esa, Ita, la que me ensen o a verla, la que me puede hablar de los suen os y de lo que se ve con los ojos cerrados. ¿Y si el suen o no es un suen o? ¿Y si mi vecina, a la que nunca nadie vio, nunca estuvo? ¿Si la casa de abajo a la mi a sigue tan abandonada como siempre? Pienso eso y tipeo en el tele fono para Ita: "Necesito que me ayudes".
Any vive con su mama y su hermano Juanjo. Cursa el u ltimo an o de la escuela secundaria. Es callada, poco sociable, prefiere el silencio. Tal vez algo ma s desde que su papa murio . No hace mucho conocio a Sonia, una inesperada vecina, que ocupo la casa de abajo a la suya. Sin embargo, un di a, Sonia se fue con la misma rapidez con la que habi a llegado. Any necesita encontrarla, necesita saber que ella estaba alli , que las cosas que le dijo, las cosas que la hicieron sentir bien son ciertas, que suceden. Junto a Ita y a Juanjo va a buscar a Sonia, va a tratar de entender los suen os que, tal vez, no sean suen os, va a buscarse a si misma como quien persigue algo imposible: como quien puede ver los colores de lo invisible.