Agosto de 1853. Tres mujeres llegan en su carruaje
a la Alta Austria. Elena, de dieciocho años, vino con
su madre y su hermana menor, su principal apoyo.
Todas ellas esperan que en los próximos días se formalice
su compromiso con su primo, el emperador
de Austria.
Sin embargo, no es la seria y formal Elena la que
hechizará a Francisco José I, sino Isabel, Sissi, como
la llaman familiarmente. Esa otra prima de quince
años, bellísima, independiente, de espíritu libre y
que ha sido educada en el ambiente liberal de la residencia
de los duques de Baviera.
La primera parte de la increíble historia de vida de
Sissi. Una mujer fascinante, rebelde y compleja.