El siglo XX es el siglo de las grandes transformaciones sociales. Para los revolucionarios, la historia era vista como un perpetuo avance, un continio progreso hacia la victorial final de los oprimidos. Un camino con batallas ganadas y perdidas, con avances y retrocesos, pero con un destino indefectible .el triunfo de los trabajadores- que se resumía una palabra: el futuro.
Esta concepción excedió largamente a las fuerzas marxistas, e impregnó incluso a las corrientes más asentadas en la voluntad y el deseo como el anarquismo. De este tiempo y de esas convicciones casi religiosas es hijo Simón Radowitzky. Ajusticiador de Falcón, resistente en la cárcel, evadido del presidio infernal de Ushuaia, desterrado en Uruguay, combatiente antifascista en Brasil, miliciano en el frente de Aragón, finalmente exiliado en México. Cada una de sus facetas forman parte de una unidad inseparable, constituye su leyenda y conforman lo que en una visión superficial podrían llamarse: una vida novelesca.