RUEDAS DENTADAS Y LA VIDA DE UN ESTÚPIDO
Ruedas dentadas y La vida de un estúpido son dos obras cumbre de Ryunosuke Akutagawa, el padre del cuento japonés y uno de los autores más influyentes del siglo XX. Ambos relatos tienen un carácter autobiográfico y fueron escritos en 1927, año en que el autor se quitó la vida. La ansiedad, las alucinaciones y el fantasma de la locura, que había perseguido a Akutagawa desde su infancia, son los ejes de estos textos, híbridos entre el cuento y la prosa poética.Ruedas dentadas relata un viaje del autor a Tokio, en el que los fantasmas y los engranajes ocultos en la vida diaria se unen para atormentarlo. Luego de la muerte repentina de su cuñado, el descalabro lo persigue en forma de ruedas dentadas que se esconden a plena vista, en libros mal impresos o en las manchas que le siguen a un ataque de migraña.La vida de un estúpido es el testamento literario de Akutagawa y se compone de fragmentos de reflexiones, confidencias, aforismos y experimentos macabros. En ellos también vemos su descenso a la locura, la relación con su familia, con la literatura y con otros escritores de la época. También se incluye Nota para un viejo amigo, la carta de despedida que Akutagawa escribió antes de su muerte.
Edad : adultos
AKUTAGAWA RYUNOSUKE
Ryunosuke Akutagawa nació el 1 de marzo de 1892 en Tokio, Japón. Su madre sufrió una enfermedad mental poco después de su nacimiento, lo que marcó profundamente su vida; fue adoptado por su tío materno, de quien tomó el apellido Akutagawa. Desde joven mostró gran interés por la literatura clásica china y japonesa, así como por autores como Poe, Dostoievski y Tolstói. Estudió literatura inglesa en la Universidad de Tokio y fue discípulo de Natsume Soseki. Publicó su primer cuento, Rashomon, en 1915, y luego obras como Hana, Yabu no Naka y Los engranajes, que lo consagraron como uno de los grandes cuentistas japoneses. Su estilo se caracteriza por la exploración psicológica, el uso de la ironía y la ambientación histórica. En 1921 viajó como corresponsal a China, experiencia que afectó su salud mental. Durante sus últimos años sufrió alucinaciones, paranoia y una profunda angustia existencial. El 24 de julio de 1927 se suicidó con una sobredosis de barbitúricos, dejando una carta titulada Carta a cierto viejo amigo. Su legado perdura en la literatura japonesa, y el Premio Akutagawa fue creado en su honor.