Roland Barthes, uno de los críticos más importantes del siglo XX, relee su propia obra al tiempo que se retrata como sujeto. Y en ese proceso, consigue resigni car toda una vida a partir del modo de narrarla.
"Toda la obra de Barthes es una exploración de lo histriónico o lo lúdico; de muchas e ingeniosas maneras, una excusa para el paladeo, para una relación festiva más que dogmática o crédula con las ideas. Para Barthes, como para Nietzsche, el n no es alcanzar algo en particular. El n es hacernos audaces, ágiles, sutiles, inteligentes, escépticos. Y dar placer". Susan Sontag
"Barthes encontró de un solo golpe la superación de la novela y del ensayo". Pablo Gianera, La Nación
"Con el Barthes por Barthes consigue algo más: la consagración como escritor; el derecho a pertenecer al campo de la literatura a secas, en pie de igualdad con cualquier poeta o escritor de cciones". Alan Pauls del Prólogo
BARTHES ROLAND
1915-1980 Fue una de las figuras intelectuales más importantes que emergieron en Francia en la posguerra, y sus escritos son, todavía hoy, objeto de estudio y discusión. Este crítico y ensayista francés, nacido en noviembre de 1915, desarrolló gran parte de su trabajo en un ambiguo espacio entre la lingüística y la literatura. Entre sus libros, obtuvieron gran reconocimiento sus estudios semiológicos sobre la imagen. En 1977 fue designado titular de la cátedra de Semiología Literaria del Collège de France, que fue creada especialmente para él por consejo de Michel Foucault. En su Lección inaugural, publicada por Siglo XXI Editores, Barthes se definió a sí mismo como "un sujeto incierto": demasiado literario para los lingüistas, que siempre lo consideraron un intruso; demasiado lingüista para los críticos literarios, que pocas veces llegaron a entenderlo. Quizá sea este rasgo el que lo ha convertido en uno de los pensadores y teóricos más influyentes en su campo.