Retrato del artista adolescente Retrato del artista adolescente Nueva York, 1916 narra la gestación de un alma. Muy a propósito, en el primer capítulo, el de la embrionaria niñez, abundan líquidos y humedades. En cierto punto, podría decirse que el niño Stephen se rebautiza en una inmersión forzosa en la zanja de aguar servidas, que lo lleva a un sueño febril convaleciente. Las escenas se conectan no por secuencia temporal sino por asociaciones sensoriales o elementales. El niño va tratando de captar las diferencias entre su padre y su madre, entre su familia y otra, entre sí mismo y los demás, a través del lenguaje. Conversaciones y discusiones entre mayores lo introducen en la política. En el segundo capítulo, la pubertad; junto con los intentos de intelectualizar las propias experiencias, surgen los impulsos sexuales incontrolables. Siguen, en el capítulo tercero, una retracción hacia el mundo interior en la forma del retiro religioso. En el cuarto, se acaba la breve devoción y se descubren el llamado de la vida y la vocación artística. En el quinto, el más largo, el alma, ya desarrollada, elabora el camino que se abre ante el arte, la necesidad de aislamiento figurado en el exilio, una forma de vuelo.
JOYCE JAMES
James Augustine Aloysius Joyce nace en Dublín el 2 de febrero de 1882 y cursa casi la totalidad de sus estudios con los jesuitas, de los que nunca renegará del todo. Estudia Lenguas Modernas en la universidad y con veinte años marcha a París para estudiar Medicina y convertirse en un escritor. Tras regresar a Dublín para asistir a la muerte de su madre, lleno de proyectos frustrados y convencido de que seguir en su país sería enterrarse en vida, marcha definitivamente al Continente en 1904 con Nora, la que será su mujer hasta el día de su muerte. Escribe simultáneamente la novela autobiográfica Stephen Hero y la colección de cuentos Dublineses, al tiempo que se gana la vida como profesor de inglés. Vive en Pola, en Trieste, en Roma, otra vez en Trieste. Publica Dublineses y transforma su novela autobiográfica en el definitivo Retrato del artista adolescente. Ya famoso, escribe Ulises y se marcha a vivir a París con su familia para atender la publicación. Los siguientes dieciséis años los dedica a escribir Finnegans Wake, la obra más difícil de la literatura. No mucho después de su conclusión, en plena guerra, enero de1941, muere y es enterrado en Zúrich.