Este libro reúne dos relatos escritos en primera persona por Bartolomé Rivarola, tal vez el alter ego del autor que más auténticamente encarna la perplejidad de una época. Rivarola es enviado en 1979 a Managua a cubrir una supuesta operación de ayuda humanitaria con funcionarios y otros periodistas, en un Hércules que transporta unas cajas misteriosas. En El pretexto de París viaja dispuesto a dejarse cautivar por la ciudad de Cortázar, pero el velo del deslumbramiento es fácil de rasgar. Una ciudad habitada por fantasmas, que cobija a esos argentinos dispuestos a señalarlo con el dedo por el mero hecho de vivir, escribir y amar en una Argentina atravesada por el dolor.