Gabriela Mistral, pilar de la literatura chilena, poeta de la naturaleza y del continuo viaje. En su poesía se funde la vida cotidiana con la búsqueda de la comunión con lo divino. Tierra, sangre y lágrimas confluyen en cantos hacia Dios, que también es el amado, es el alma propia, es el continente americano. La poesía de Mistral se interna en la vasta geografía, flora, fauna y elementos de América Latina para conocer el espíritu nos une. Así, crea poemas en que el amor por lo humano, por Dios y por nuestra tierra son uno mismo. En esta antología Jaime Quezada hace una selección de los mejores poemas de Mistral presentes en sus cinco libros poéticos.
MISTRAL GABRIELA
Vicuña, 1889 - Nueva York, 1957 nacida Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga, hija de un docente y una modista. Fue maestra y directora de escuela en diversos puntos de Chile, desde el extremo norte al sur. Ejerció la enseñanza con la misma devoción con que se entregó a la literatura. En 1914 editó su primer libro de poesía, "Sonetos de la Muerte", y adoptó el seudónimo Gabriela Mistral en homenaje al italiano Gabriele d'Annunzio y al francés Fréderic Mistral. En 1922, dejó su país, invitada por el gobierno de México para colaborar en los planes de reforma educativa, y residió casi siempre en el exterior, con el cargo de cónsul desde 1932. Conocida por sus conferencias y clases en Centroamérica, Estados Unidos y Europa, en 1939 se mencionó su candidatura al Premio Nobel, que recibió en 1945. El Premio destacó tanto su fe en la literatura como en la docencia. Entre sus principales libros de poesía destacan Desolación 1922 , Tala 1938 y Lagar 1954 . Sus poemas exaltan el sentimiento, el paisaje americano y la infancia.