OCHO ESCENAS DE TOKIO
Traducido del japonés por Yoko Ogihara y Fernando Cordobés
«Un espíritu libre que desafió al establishment literario.» New York Times Book Review
«Una figura de culto para la descontenta juventud japonesa.» Village Voice
Ocho escenas de Tokio reúne, por primera vez en castellano, nueve relatos de uno de los escritores con más talento de la literatura nipona del siglo XX. Muy apreciado entre la juventud japonesa, Dazai goza en la actualidad de un reconocimiento equiparable al de ilustres compatriotas suyos como Soseki, Mishima y Kawabata. Aunque más conocido en Occidente por las dos novelas que publicó tras la Segunda Guerra Mundial -Indigno de ser humano y El declive-, Osamu Dazai mostró a lo largo de toda su vida predilección por el género breve. En sus relatos están presentes tanto el nihilismo como los demonios interiores que acecharon al escritor durante su corta vida, pero también encontramos un particular sentido del humor. Escritos entre 1933 y 1948, año en que Dazai se quitó la vida junto a su amante, los relatos aquí reunidos, a veces mordaces y sarcásticos, otras veces introspectivos y poéticos, nos ofrecen un retrato completo de un escritor avanzado a su tiempo y dotado de una sensibilidad poco común.
Edad recomendada: Adultos.
DAZAI OSAMU
Osamu Dazai Kanagi, 1909 - Tokio, 1948 es uno de los escritores más queridos e influyentes de Japón. Décimo hijo de una familia acomodada de terratenientes, estudió literatura francesa en la Universidad de Tokio, aunque se jactaba de no haber asistido jamás a clase. Su padre lo desheredó al enterarse de su relación con una geisha de bajo rango. Militó en el movimiento comunista japonés, motivo por el cual fue encarcelado y torturado por el régimen militar, lo que le distanció del resto de su familia. Fue candidato al Premio Akutagawa en 1935 y 1936, con lo que comenzó a ser reconocido por el público y la crítica. Sus problemas personales, sumados a su adicción a la morfina y al alcohol, y a la muerte de su ídolo Ryunosuke Akutagawa, lo llevaron a intentar quitarse la vida, junto con sus parejas, cuatro veces. Alcanzaría el éxito al finalizar la segunda guerra mundial con la publicación de El ocaso e Indigno de ser humano. En 1948, pocos meses después de la publicación de Indigno de ser humano, y una semana antes de cumplir treinta y nueve años, logró suicidarse junto a una admiradora arrojándose al río Tama, en Tokio. Su tumba, en el templo Zenrin-ji, es visitada por cientos de seguidores de todo el mundo, quienes le dejan flores, cigarros, dulces y alcohol.