Tras Poesía Completa, Prosa Completay Diariosde Alejandra Pizarnik, Lumen continúa la labor de publicación de estas piezas del rompecabezas formulado por la poeta argentina, con esta recopilación de sus cartas.
Alejandra Pizarnikfue una de las más grandes poetas hispanoamericanas y la creadora de un universo propio y enigmático que todos quieren descifrar. El jeroglífico de su obra se despliega, también, en las cartas que escribió a sus allegados, desde a su familia hasta a grandes nombres de la cultura del siglo XX como Julio Cortázar, Adolfo Bioy Casares o Silvina Ocampo. Enviadas desde Buenos Aires, Nueva York o París, estas misivas son una muestra más de la lucidez de Pizarnik, quien mezcla los quehaceres más cotidianos con la alta reflexión literaria en unas cartas que son, en sí mismas, pequeñas obras de arte.
Lumen ha publicado las distintas piezas del rompecabezas formulado por Alejandra Pizarnik: la Poesía Completa, la Prosa Completay los Diarios. Ahora, Ivonne Bordelois y Cristina Piña han recopilado las cartas enviadas por Pizarnik en una edición imprescindible, que ilumina una nueva faceta de la magnética autora argentina.
PIZARNIK ALEJANDRA
Alejandra Pizarnik nació en Buenos Aires en 1936 en una familia de inmigrantes judíos de origen ruso y eslovaco. Publicó su primer libro, titulado La tierra más ajena, en 1955. Le siguieron La última inocencia, en 1956, y Las aventuras perdidas, en 1958. Entre 1960 y 1964 se instaló en París y allí colaboró en distintas revistas y diarios. De esa época procede su amistad con Julio Cortázar, Rosa Chacel y Octavio Paz, quien prologó su cuarto poemario, titulado El árbol de Diana 1962 . En 1964 regresó a Buenos Aires y publicó sus obras más conocidas: Los trabajos y las noches 1965 , Extracción de la piedra de la locura 1968 y El infierno musical 1971 . Desde 1954 en adelante, Pizarnik fue redactando sus Diarios, publicados por Lumen en 2013 y que la acompañaron hasta los últimos días de su vida. En 2016, Lumen también publicó su Prosa completa y su Poesía completa. En 1972, a la edad de treinta y seis años, decidió morir en la misma ciudad donde había nacido.