Dirigido al bajo nivel oxidante dado por un metabolismo basal en vías de extinción, manando del cuenco, humeante, donde se abandonan al líquido verde elegidos pétalos escarlatas, raspaduras, color níspero japonés, de un sombrero fungi, el exquisito aroma desmenuzado eleva su ventura desplazando toda creencia apocalíptica. Un gasto energético mínimo basta para mantener el Élan Escritural que adherido al Hueso no renuncia a continuar la historia.
EGUIA CARLOS MARTIN
Castelli, Buenos Aires, 1964 . Publicó Anotaciones y otros poemas 1993 , Repertorio 1998 , Phylum vulgata 1999 , El sacatrapos 2001 , Oso no hay nieve acá 2004 y la novela Errantia 2000 .
Entre otros premios ganó el concurso hispanoamericano de poesía en internet Mundo Latino, de Buenos Aires, y Amsterdam Sur y Mundo Latino, de Amsterdam. Enseña ciencias en escuelas secundarias de la ciudad de La Plata.