La fuente de los mitos es la portentosa imaginación de los hombres. Cuando no existía la escritura, los primeros giegos y romanos transmitieron esas creencias en forma oral, las cantaron, las representaron en cerámicas, paredes, mosaicos en los pisos y, por último, las escribieron. Mitos antiguos de Grecia y de Roma II recopila y recrea algunos de los que, durante siglos, muchos narradores repitieron para registrarlos en la memoria de sus oyentes y de los que se conocen diferentes versiones.