MI BOSQUE
¿Qué pasaría si un día te creciera un bosque en la cabeza? Con esa imagen tan poética como poderosacomienza Mi bosque, una historia que nos invita a imaginar sin límites, a cuidar lo que amamos y a compartir sin dejar de ser uno mismo. Primero llegan las plantas. Luego, los árboles. Y enseguida, cientos de animales. El bosque que crece en la cabeza de la protagonista se convierte en un espacio vivo y mágico, pero también en un lugar que se transforma cuando llega demasiada gente. ¿Cómo convivir con los otros sin perder lo propio? ¿Qué hacer cuando lo que parecía maravilloso se vuelve demasiado? Con humor y ternura, Patricia Strauch construye un relato sobre la conexión con la naturaleza, el respeto por los vínculos y el poder de imaginar mundos posibles. Además, deja abierta la puerta para reflexionar sobre el impacto humano en el ambiente. Las ilustraciones de Noe Garin acompañan con sensibilidad y frescura esta historia que crece, se expande y florece con cada página. Mi bosque es una invitación a mirar adentro y también alrededor, y a descubrir que incluso desde la cabeza de una niña pueden brotar los bosques más asombrosos.
Edad recomendada: A partir de 3 años.
STRAUCH PATRICIA
Nació en la ciudad de Buenos Aires un 23 de febrero de 1978. Todos esperaban al varón de la familia, pero no: llegó la cuarta hija mujer, y mis hermanas me eligieron el nombre Patricia, que no era muy común para la época. Enseguida adopté el sobrenombre Pato, que supongo me parecía más acorde a una niña de mi edad. Crecí en el barrio porteño de Belgrano rodeada de familia y muchos amigos que hoy siguen formando parte de mi vida. En 2002 me recibí de Traductora pública de inglés en la UBA. Trabajé varios años en un estudio de traducciones y luego free-lance para poder acomodar mis horarios a mi incipiente rol de madre y esposa. Con la maternidad empecé a conectarme más con la literatura infantil, primero eligiendo una biblioteca hogareña para disfrutar con mis hijos y luego inventando historias para ellos. Así empezó mi pasión por los cuentos para niños. En un principio creaba cuentos con problemáticas parecidas a las de mis hijos, para ayudarlos a resolver algo puntual, pero después empecé a incorporar historias más fantasiosas y divertidas con el único fin de entretenernos y pasarla bien. Hoy no me imagino cómo sería un día entero sin escribir. Participo de talleres especializados en literatura infantil y juvenil, así como también de cursos de escritura más generales.