Un gran temporal y un naufragio marcan el inicio de "Mi barco",
la historia ficticia de un leal capitán y su amado navío mercante,
Clementine, que durante casi medio siglo -desde su construcción
a principios de la década de 1930 hasta su lecho definitivo
en el fondo marino- recorrió los puertos del mundo entero:
desde el Pacífico hasta los confines del continente africano,
pasando por las costas asiáticas y árticas, tanto en tiempos
de paz como durante la II Guerra Mundial, cuando fue utilizado
por la Marina de Estados Unidos en la contienda bélica.
A través de un texto sencillo y con la técnica del flashback,
Roberto Innocenti nos transporta del presente al pasado, haciendo
un viaje no solo geográfico y cronológico, sino que también abarca
la biografía del protagonista: su juventud y la temprana vocación
de navegante, hasta alcanzar una edad avanzada tras haber vivido
impactantes experiencias, además de una familia que le añora
en la distancia.
Fiel a su estilo, la propuesta plástica está a medio camino entre
el cine y la historieta, a base de ilustraciones que se disponen
como secuencias de una película o viñetas de distintos formatos.
Así, el autor combina grandes panorámicas con planos de detalle,
variando los ángulos y el punto de vista del público, al que sitúa
tanto a bordo del buque -el puente de mando, la cubierta,
los camarotes- como en el exterior -el astillero, el muelle, la lancha
salvavidas- , haciéndole partícipe del relato. El detallismo y realismo
de las imágenes, la importancia de la luz, las referencias históricas
y la evocación a obras anteriores -"Rosablanca", "1905: Bagliori
a Oriente" - hacen de "Mi barco" una obra cautivadora.
INNOCENTI ROBERTO
Florencia, 1940 De formación autodidacta, inició su trayectoria artística en un estudio de animación; también trabajó en la diagramación de libros y el diseño de carteles para cine y teatro. Ilustró textos de Eta Hoffmann, Charles Perrault, Oscar Wilde y Christophe Gallaz. Sus obras se han publicado en todo el mundo. Entre otras distinciones, ha recibido la Manzana de Oro en la Bienal de Ilustración de Bratislava, la Medalla de Plata de la Sociedad de Ilustradores de Nueva York y el Premio Hans Christian Andersen en 2008.