"A mí no me interesa lo ordinario ni lo extraordinario. No existe esa diferencia. No me interesa ni el 'chau' ni la muerte como tema, sino la relación que hay entre una cosa y la otra. Por eso no existe la poesía sobre lo cotidiano ni sobre los grandes temas, simplemente existe la poesía que sorprende o la que aburre. La metodología de la dispersión sirve para la diversión. Para ir de un lugar a otro esperando, viviendo que esa relación aparezca. Es necesario, para eso, mantenerse en cualquiera."