El diseño didáctico que presentamos en este libro se funda en la clara convicción de que la realidad que viven nuestros alumnos, la comunidad y la escuela constituye el contexto significativo propicio para desarrollar una educación matemática que posibilite la formación de ciudadanos críticos y reflexivos, capaces de favorecer cambios que humanicen y transformen constructivamente la sociedad en la que les toca vivir.
La enseñanza de la Matemática en las aulas queda claramente justificada por su existencia en la sociedad. Desde pequeños nos contactamos con la matemática, la aprendemos y utilizamos para responder a las necesidades que nos va presentando la realidad natural, social y cultural a la que pertenecemos. En ese quehacer social y cultural se construye un 'saber práctico' que la escuela ha de ampliar y profundizar en sucesivas aproximaciones hacia el 'saber experto' que resulta indispensable para resolver con más solvencia situaciones que lo requieran, para acceder a conocimientos de otras ciencias y para contribuir a mejorar la realidad de la que somos partícipes.