Es una dirección de correo electrónico, quizá una contraseña -dice Haraway- para situar a quienes leen en la Red. No solo en Internet, del cual Haraway historiza sus orígenes a la vez militares y universitarios, sino también a partir de una extensa red de patentes, marcas registradas, tecnologías y figuras enlazadas: el testigo modesto de la ciencia experimental mutado , la rata transgénica de la multinacional DuPont y algunas escenas de ciencia ficción feminista. Catapultadas a través de la máquina del Segundo Milenio -una temporalidad más cristiana de lo que quisiéramos admitir- esta dirección intenta trazar una semántica, una sintáctica y una pragmática de la tecnociencia. No se limita, sin embargo, a la labor crítica, que ejerce tanto con humor como con rigurosidad, sino que nos propone y ofrece una ontología relacional -cyborg y multiespecies- para la supervivencia de la tierra. Mediante estos múltiples discursos e imágenes Haraway articula numerosas inquietudes del tiempo contemporáneo, en particular las tensiones entre ciencia, política y feminismo, a través de una serie de figuraciones que atraviesan la teoría literaria, la biología, la filosofía y los estudios de género.
HARAWAY DONNA
Profesora emérita en la cátedra de Historia de la Conciencia en la Universidad de Santa Cruz, fue la primera profesora titular en la primera cátedra de teoría feminista de los Estados Unidos, en la Universidad de Hawai. Formada en zoología, filosofía e historia de la ciencia, el trabajo de Haraway ha resultado muy influyente para la teoría feminista, la teoría queer, los estudios ciberculturales y los estudios de la ciencia y la tecnología.