Hallará en esta novela, amable y ocioso lector, características habitualmente atribuibles a ciertas prácticas lúdicas. Y usted reconocerá, a medida que avanza invariablemente de página, que ya no es un simple espectador, que no tiene permitido semejante privilegio y que no podrá escapar de la historia.
Entonces, presa de un reto ineludible, usted no tendrá otra opción más que abandonar su actitud de lector despreocupado. No habrá lugar para la pereza: para eso sobran los días, la desdeñable realidad.
Y, como ya hemos dicho que esta pequeña novela podría confundirse erróneamente con un juego -con un juego inocente y sencillo-, usted querrá jugar. Y será lógico que quiera ganar: en todo juego hay ganadores y perdedores, claro.
De modo que se abren las apuestas. La banca le pone unas fichas a este tal Omar Weiler, este tal Cristian Acevedo. Pero sin dejar de vigilar al insulso de la mesa 4. Ese que será usted, y que también apostará. Incluso cuando se le indicará que esto no es un juego. Usted, que jugará incluso después de la advertencia inicial.
ACEVEDO CRISTIAN
CHRISTIAN ACEVEDO nació en 1980 en Saladillo, Buenos Aires. Reside
en Bella Vista, donde se dedica a escribir.Acevedo ha publicado tanto novelas como relatos, algunos de ellos han llegado a formar parte de antologías literarias. Su novela Matilde debe morir se convirtió en un fenómeno editorial. Posteriormente, publicó Matilde decide vivir y Todas las vidas de Eva Ki, una obra de ficción especulativa.
A lo largo de su trayectoria el autor ha sido reconocido con premios como el Gonzalo Rojas Pizarro de Cuento 2013 y el Premio de Cuento Bernardo Kordon 2018, quedando finalista de otros tantos.