Florencio Sánchez vivió apenas treinta y cinco años: nació en Montevideo en 1875 y murió en Milán en 1910. Una tan corta existencia le bastó para escribir unas veinte piezas que significan la consolidación de la dramaturgia rioplatense.
En M'hijo el dotor 1903 Sánchez expone el conflicto entre una mentalidad rural tradicionalista y los avances de nuevas formas de estar en el mundo.
Nuestros hijos 1907 es un drama naturalista que se acerca a los grandes modelos dramáticos contemporáneos, especialmente al gran referente de la época, Ibsen.