Un recorrido fascinante por los años en los que Estados Unidos pasó de ser el país de Billy el niño y Búfalo Bill a convertirse en una potencia mundial capitalista.
En esta apasionante biografía literaria de Stephen Crane 1871-1900 , Paul Auster recrea la fascinante vida y la energía creativa del joven escritor, periodista y poeta que escribió La roja insignia roja del valor en 1895. Crane solo vivió 29 años, pero en ese corto espacio de tiempo cultivó la novela, los cuentos, la poesía y fue un aventurado periodista que cubrió conflictos como la Guerra de Cuba. Conoció a Joseph Conrad y Henry James, que elogiaron su escritura, y con su obra cambió las letras estadounidenses para siempre.
En estas páginas, Auster ofrece, además, una ventana a la vida en Nueva York y Londres a finales del siglo XIX. Los años de Crane son también una época irrepetible en la que el país se prepara para dejar atrás la América del Salvaje Oeste para convertirse en la potencia capitalista que dominaría el mundo durante el siglo XX; una época de prosperidad que, sin embargo, esconde un pasado sin resolver marcado por el comercio de esclavos africanos y la matanza de indios nativos, y que tiene por delante los primeros movimientos sociales y las reivindicaciones sindicales.
AUSTER PAUL
Nueva Jersey , 1947. «Toda vida es inexplicable -escribe Paul Auster-. Por muchos hechos que se cuenten, por muchos datos que se muestren, lo esencial se resiste a ser contado.» Y sin embargo, su condición de narrador quizá pueda explicarse a partir de La invención de la soledad 1982 . El padre de Auster había muerto y atrás quedaban sus traducciones del francés, sus poemas como «puños cerrados», sus obras entre bambalinas como «negro» literario y sus estudios de literatura francesa, italiana e inglesa en la Universidad de Columbia. De su quehacer lírico había nacido una prosa elegante y depurada. La trilogía de Nueva York 1987 fue su obra consagratoria. En ella, el azar lleva a los protagonistas a asumir distintas identidades dentro de una compleja arquitectura narrativa de espejismos metaficcionales, una pesadilla urbana teñida de enfermedad, locura y fracaso. El Palacio de la Luna 1989 y Leviatán 1992 , ganadora del Premio Médicis, son otras de sus obras más destacadas. En 2006 recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Letras como reconocimiento a la renovación literaria que supuso la unión de las tradiciones norteamericana y europea. Para Auster, las palabras del célebre dramaturgo Peter Brook bien podrían definir la aspiración final de su obra: que posea a un tiempo «la intimidad de lo cotidiano y la distancia del mito, porque sin cercanía no es posible el sentimiento y sin distancia es imposible el asombro».