Sayoko; un ama de casa de treinta y cinco años con un niño de tres; empieza a trabajar para Aoi; una mujer universitaria de su misma edad y espíritu libre que tiene una agencia de viajes y un negocio de servicio de limpieza. Tímida e incapaz de conectar con otras madres en su barrio; Sayoko se siente atraída por el estilo de vida independiente de Aoi y su personalidad tolerante. Las dos congenian desde el principio; comenzando una amistad que es para Sayoko también una reafirmación del valor de la vida. Aoi; por su parte; no siempre ha sido la persona segura de sí misma que parece ser. De adolescente sufrió bulling en el instituto y tuvo que cambiar de centro; experiencia que la marcó de tal modo que a partir de entonces se ha pasado la vida evitando el contacto con los demás. La amistad entre Sayoko y Aoi; por un lado; y las penurias de la Aoi adolescente; por otro; conforman una narrativa a dos niveles que converge en el arrebatador capítulo final. Una novela rica en sensibilidad y en análisis psicológicos sobre la dificultad profesional de las jóvenes madres y el dolor de ser diferente en una sociedad que privilegia la uniformidad.