A diferencia de su anterior poemario, Perito en lunas, El rayo que no cesa es un libro de temática de amor desamparado, aunque incluye algunos poemas de temas distintos a éste, en especial la «Elegía a Ramón Sijé», que tal vez fue incluida sólo en último momento a consecuencia de la repentina muerte del amigo y maestro del poeta.
En los sonetos de amor de El rayo que no cesa aparece el rastro de la aventura amorosa que vivió Miguel Hernández con Maruja Mallo, que le reveló tanto la pasión y el placer erótico como la decepción y el desengaño. Rafael Alberti había experimentado algo similar en una aventura anterior con la pintora gallega, y José Luis Ferris llegó a afirmar:
Maruja Mallo, la excéntrica pintora de aquel Madrid de irrepetible efervescencia cultural, fue la razón y la causa de dos de los libros más significativos de la poesía española del siglo XX ambos producto de una crisis sentimental : Sobre los ángeles de R.Alberti
HERNANDEZ MIGUEL
Miguel Hernández Gilabert nació en Orihuela, en 1910, en el seno de una familia humilde. Desde una formación prácticamente autodidacta, y en diez años escasos, logró resumir las estéticas de su época en una poesía entusiasta y bella, combativa y humanísima. Tras dejar el pastoreo de su tierra natal y otros modestos oficios, se trasladó a Madrid en busca de trabajo. Allí entabló relación con Juan Ramón Jiménez, Vicente Aleixandre, Pablo Neruda y José María de Cossío, entre otros escritores. Durante la Guerra Civil de 1936-1939 combatió en las filas de la república en distintos frentes y viajó a un famoso congreso de teatro celebrado en Moscú. Poeta-pastor, poeta-culterano, poeta-social, poeta-soldado, poeta-prisionero, su vida cruzó por zonas de dramática sombra, convirtiendo buena parte de sus escritos en grave testimonio de nuestro tiempo. Tras una condena a muerte conmutada, murió enfermo, en la cárcel de Alicante, en 1942.