La fama de esta obra y de su autor, ya notable en el siglo I de nuestra era, alcanzó una magnitud mucho mayor a partir del siglo XII. Las metamorfosis, la fuente directa más vasta de mitos griegos y romanos que nos haya llegado de la Antigüedad, tuvo una enorme influencia en autores fundacionales de la literatura occidental moderna como Petrarca, Dante, Chaucer, Shakespeare, Lope de Vega y Cervantes, entre otros. Extenso poema compuesto en hexámetros dactílicos, verso característico de la antigua epopeya, se divide en quince libros, que contienen en total cerca de doscientas cincuenta historias, conectadas entre sí por un factor común: la metamorfosis, generalmente de seres humanos en animales, árboles, piedras, por motivos relacionados con el favor o la venganza de los dioses. Esas historias, provenientes de las tradiciones míticas de Grecia y Roma, están organizadas aquí cronológicamente en una línea que va desde los tiempos místicos del Caos inicial hasta los tiempos históricos del propio Ovidio. En cierto sentido, se trata de una colección de poemas-historias más o menos breves los ep llia que antes cultivaran los poetas griegos del período alejandrino enlazados en un fluir ininterrumpido que despliega recursos no sólo de la épica, sino también de la elegía amorosa romana, la lírica, la tragedia, sin descartar los del poema didáctico con pretensiones filosóficas.
OVIDIO
Publio Ovidio Nasón Sulmona, 43 a. C.-Tomis, 17 d. C. es sin duda uno de los grandes nombres de la poesía latina. De familia acomodada de la clase ecuestre, pronto dio muestras de una enorme facilidad para componer versos. No tardó en convertirse en uno de los más célebres poetas de Roma, una fama que mantuvo durante toda la Antigüedad, gracias a obras como Arte de amar, Amores, Remedios contra el amor o las Metamorfosis. Pero su vida feliz se vio truncada por el exilio al que le empujó el emperador Augusto en el 9 d. C. sin que se sepa la razón. Desterrado a orillas del Ponto Euxino el actual mar Negro , donde también escribió grandes poemarios como Tristes y Pónticas, nunca regresó a su patria.