El tópico de la vida como sueño es caro al Barroco: Calderón lo presenta de manera insuperable en su drama filosófico protagonizado por Segismundo. Otras temáticas de la época -el mundo como teatro, el honor, el nacimiento como camino hacia la muerte- también se manifiestan magistralmente en La vida es sueño. Con Romeo y Julieta, Shakespeare creó no solo el paradigma de los enamorados no hay amores contrariados que de algún modo no remitan a los amantes de Verona , sino una de las más perfectas tragedias de todos los tiempos. La sección de actividades organiza el trabajo de manera tal que constituye toda una didáctica del texto dramático. No descuida ninguno de los niveles involucrados en este género: el análisis de las diversas formas como se construye la voz de los personajes, la cuestión de la representación, la reflexión acerca de las variadas escenografías en sus diferentes puestas en escena. Tampoco elude el estudio de los problemas morales y existenciales que los personajes encarnan. Estos, a su vez, se relacionan con el momento de producción de la obra. En la obra de Javier Daulte el interrogante ¿qué es la vida? encuentra respuesta con una idea que es correlato del siglo XXI: es artificialidad, automatización. Automáticos permite, además del estudio de sus propias particularidades, las transformaciones que sufren las temáticas de todos los tiempos."
CALDERON DE LA BARCA PEDRO
Pedro Calderón de la Barca nació en Madrid el 17 de enero de 1600 en el seno de una familia hidalga. Su padre ejerció como secretario del Consejo de Hacienda y su madre procedía de linaje noble. Fue educado en el Colegio Imperial de Madrid y cursó estudios en Alcalá y Salamanca hasta 1620. Abandonó sus estudios para dedicarse al teatro y en 1623 estrenó su primera comedia, Amor honor y poder. Pronto se convirtió en uno de los dramaturgos más relevantes del Siglo de Oro. Viajó por Italia y Flandes al servicio de altos dignatarios. En 1651 se ordenó sacerdote y más tarde fue nombrado capellán de honor por el rey. Escribió más de cien comedias y ochenta autos sacramentales, entre los que sobresalen La vida es sueño y El alcalde de Zalamea. Falleció en Madrid el 25 de mayo de 1681 dejando un legado cumbre del barroco español.