La formación de un investigador se considera que está completa cuando adquiere la capacidad de formular sus proyectos y expresar sus resultados en forma escrita de modo tal que éstos puedan ser publicados en revistas de la especialidad. A lo largo del tiempo se ha observado que existe una debilidad teórica y metodológica en la producción de quienes se inician en la tarea de investigación, evidenciada en proyectos de investigación con objetivos poco precisos y desordenados, en los planes de tesis de grado o de maestría y en publicaciones enviadas a congresos y revistas especializadas Existen casos de proyectos que son muy buenos y más allá de aplicar una estrategia metodológica correcta, los resultados quedan desdibujados al plasmar las ideas en el papel de un modo desordenado, desdibujando los logros del mismo. Ya sea para un informe de avance de proyecto, una tesis, tesina o una simple comunicación a un congreso se deben traducir las ideas de modo ordenado, en forma clara, sencilla y breve. La brevedad significa incluir sólo la información pertinente al contenido que se trate y comunicar dicha información utilizando el menor número posible de palabras, ya que el texto redundante desvía la atención y en general afecta a la claridad del mensaje. Si bien esta obra no pretende resolver todas las dudas sobre la redacción para la producción científica, puede ayudar a recordar las reglas ya aprendidas y su aplicación específica. En otras palabras, se busca la apropiación de los conocimientos necesarios para llevar adelante el análisis diferenciado de cada una de las partes que componen un artículo o un informa de investigación. Por ese motivo, en esta obra se enfatizan aquellos aspectos observado como debilidad en la redacción y en la presentación de las comunicaciones científicas.