LA POLÍTICA DEL MODERNISMO
En definitiva, el modernismo pudo durante más o menos otra década mantener una truculenta sobrevida en la teoría cultural y su producción estética asociada. Pero si, en un sentido más sustancial, fue sustituido, ¿qué lo reemplazaba? ¿Cuáles eran los contornos y políticas de ese nuevo momento "posmoderno" putativo? Dos preguntas se condensan aquí, una descriptiva y una prescriptiva: de qué modo el capitalismo tardío en general llevaba a su extremo su momento de modernismo elevado, pero también de qué modo debemos nosotros, críticos socialistas de ese orden, bosquejar una cultura activa que trascienda las ambivalencias del propio modernismo. Dos preguntas, pero un solo motivo político -el populismo- y una sola tecnología cultural -la televisión- se sitúan en el centro de las reflexiones de Williams. Gran parte de lo que ahora llamamos posmodernismo es, desde su punto de vista, una simple continuación del modernismo, las viejas formas de extrañamiento y los gestos esbozados en los viejos centros metropolitanos, pero ahora tolerados e incluso activamente cultivados por la misma burguesía a la que alguna vez habían escandalizado, las antiguas formaciones integradas ahora a un capitalismo que por su lado había mutado a su propio rumbo "paranacional".
ÍNDICE
Indice
Origen de los textos
Modernismo y teoría cultural
¿Cuándo fue el modernismo?
Percepciones metropolitanas y la emergencia del modernismo
La política de la vanguardia
El lenguaje y la vanguardia
El teatro como foro político
Epílogo a Tragedia moderna
Cine y socialismo
Cultura y tecnología
Política y políticas: el caso del Consejo de las Artes
El futuro de los estudios culturales
Los usos de la teoría cultural
Apéndice. Medios, márgenes y modernidad.
Raymond Williams Edward Said
Edad recomendada: Adultos.