La Olla - Anfitrión Un anciano avaro acosado por un criado suspicaz. Una doncella en apuros por culpa de un joven alocado. Un dios perdidamente enamorado de la esposa de un mortal. Éstos son los conflictos básicos con los que, Plauto, el autor teatral favorito de los antiguos romanos, divirtió a su público con La olla y Anfitrión. Entre Plauto y nosotros, la distancia histórica y cultural es inmensa, sin embargo, los recursos humorísticos que recorren sus obras son los mismos que vemos en el teatro, el cine y la televisión contemporáneos. Los tiempos cambian pero la comedia es una aliada atemporal, cuando se trata de vivir con alegría los defectos propios y ajenos. El lenguaje actual de estas versiones, permite acercar a los jóvenes lectores a uno de los grandes comediógrafos del teatro clásico.