Odiseo, Ulises según la forma latina, ve dolorosamente postergada su vuelta al hogar, tras la extensa guerra de Troya, mientras su esposa Penélope y su hijo Telémaco sufren abusos de los pretendientes de ella. Motivos largamente fructíferos para la literatura occidental: la búsqueda del padre, el viaje como figuración de la vida, el aprendizaje o iniciación, hacen fundacional aparición en este enorme poema épico compuesto hace casi tres milenios.
Homero
Traducción de Luis Segalá y Estalella
Introducciones de Pedro Henríquez Ureña y Elena Huber
Notas de María Silvia Chozas
Ciertas incongruencias internas y diferencias culturales implícitas, señaladas por eruditos, abonan teorías sobre una composición por capas sucesivas, mientras que la compleja estructura narrativa, sin nada que envidiar a la más elaborada novela moderna, sugiere la obra de un solo autor, que habría tomado material de cantos tradicionales y a cuyo trabajo se añadirían interpolaciones posteriores. Temporalmente narra hechos siguientes a la guerra de Troya, contada parcialmente en Ilíada; pero esta segunda epopeya homérica ya no es de tema estrictamente bélico: aunque no faltan combates, son básicamente privados y entre pocos, en tanto lo mítico maravilloso se entreteje con la vida palaciega.
La traducción en prosa de Segalá y Estalella, elegida por P. Henríquez Ureña y M. R. Lida para Losada en 1938, es la más difundida en nuestro idioma: si bien pierde vuelo poético frente al original, mantiene vigencia y es de grata lectura. En esta edición se agregan al prólogo de Henríquez Ureña otro actualizado de E. Huber, numeración marginal de los versos, titulado de episodios y notas de M. S. Chozas
HOMERO
Homero siglo VIII a. C., es el nombre dado al aedo griego antiguo a quien tradicionalmente se le atribuye la autoría de las principales poesías épicas griegas ?la Ilíada y la Odisea?. Desde el periodo helenístico se ha cuestionado si el autor de ambas obras épicas fue la misma persona; sin embargo, anteriormente no solo no existían estas dudas sino que la Ilíada y la Odisea eran considerados relatos históricos reales. No cabe duda de que es el pilar sobre el que se apoya la épica grecolatina y, por ende, la literatura occidental.