Lo que escribo es tuyo. Pero ahora es mío. Porque yo te lo robé. Así comienza la obra de culto de Cucurto, atravesada por el plagio, la migración, la marginación, la violencia y el sexo. La poesía, gozosa y vulgar, compuesta sobre los cuerpos de las mujeres dominicanas, prostitutas caribeñas, en un relato erótico que se escribe entre las paredes del conventillo.
"Es un libro donde el verbo se hace carne para saquear a todos los escritores latinoamericanos y construir con sus múltiples registros una canción marginal y festiva. Es el sermón de la montaña para los que habitan los conventillos, los sitios eriazos, los lugares golpeados. A diferencia de los procedimientos de la gauchesca -donde los verseros eran señoritos-, acá es el gaucho auténtico el que se pone a cantar, estos versos rantifusos, milimétricos en su desparpajo; un vozarrón atolondrado que ahora reina sobre La Gran Llanura de Los Chistes".
Fabián Casas
CUCURTO WASHINGTON
Washington Cucurto Buenos Aires, 1971 es el seudónimo de Santiago Vega. Poeta, narrador, editor y artista plástico, su obra ha sido publicada en varios países de habla hispana y traducida al alemán, portugués e inglés. Creó y dirige la editorial Eloísa Cartonera, un proyecto social que publica libros de autores latinoamericanos editados en papel comprado a los cartoneros de Buenos Aires. Irrumpió en la vida literaria argentina en 1997, con la aparición de su libro de poemas Zelarayán. Junto con poetas como Rodolfo Edwards y Daniel Durand, cultivó un estilo que se conoce como "realismo atolondrado". Incursionó también en el neobarroco con poemarios como La máquina de hacer paraguayitos 1999 . Su primera novela, Cosa de negros 2003 , retrata, con un lenguaje fresco y plagado de neologismos, la vida de los inmigrantes de países limítrofes y el mundo de las bailantas. Ha recibido becas y distinciones internacionales, como la de la Akademie Schloss Solitude de Sttutgart y la Félix Elmuza de la Unión de Periodistas de Cuba. Ricardo Piglia lo comparó con Roberto Arlt y Armando Discépolo.