Novela fantástica en la que la intriga y la develación de un misterio la acercan al policial El mundo del Antiguo Egipto, su magia, sus tumbas y sus momias irrumpe en el actual, inicialmente como un misterio para, luego, convertirse en una posibilidad: que alguien pueda volver de la muerte. Un historia atrapante y dos finales posibles que suman inquietud en el lector y quedan abiertos a su imaginación. En Aquí y ahora se actualizan conocimientos acerca del desarrollo de la egiptología a partir del siglo XIX, necesarios para comprender la novela. También se trata el tema de los modos en que, en la actualidad, el ser humano trata de desafiar la muerte, con la ayuda de la ciencia. En la sección Enfoques para analizar, se trabajan conceptos de novela, policial y género fantástico mediante la lectura de bibliografía y la realización de actividades de análisis y producción de textos.
STOKER BRAM
8 de noviembre de 1847, Dublín - 20 de abril de 1912, Londres.
Stoker fue un escritor irlandés, conocido especialmente por una obra tan inmortal como el personaje que le da título: Drácula. Hasta los siete años, Stoker sufrió una parálisis que le impedía andar. Sin embargo, en su juventud destacó como futbolista en la Trinity University de Dublín, donde se graduó en matemáticas y no fue hasta 1890 que publicó su primera novela: El paso de la serpiente y, siete años después, vio la luz su indudable obra maestra. La estructura de Drácula es muy ingeniosa, ya que vamos conociendo al temible vampiro mediante cartas o diarios de la gente que, de alguna manera, se va cruzando con él, lo cual resulta más intrigante y terrorífico que si se nos presentara el personaje directamente. Su éxito y popularidad hasta nuestros días es tal, que Drácula es sinónimo de vampiro. Para crear este personaje, Stoker se basó en leyendas del folclore europeo y en la figura de Vlad Tepes, un príncipe de Valaquia que pasó a la historia con el terrorífico sobrenombre de El empalador.