LA IRONÍA
Brevemente, qué es la ironía sino la conciencia, una buena conciencia burlona -que la diferencia de la hipocresía. No hay humor sin amor ni ironía sin risa. La ironía, en suma, resguarda lo que puede salvarse. Es mortal para las ilusiones; teje por todas partes las telas de araña en las que quedan atrapados los pedantes, los vanidosos, y los necios. "Ironía, verdadera libertad", clama Proudhon en el fondo de su celda en Sainte-Pélagie. La ironía pone todo en cuestión; con sus indiscretos interrogantes arruina cualquier definición, perturba constantemente lo establecido a la fuerza, siempre predispuesto a la deducción fácil. Cuando la descubre, el pensamiento respira aliviado frente a la ironía, que danza y deslumbra en el espejo de la reflexión.
Traducción de: Carlos Schilling.
Edad recomendada: Adultos.
JANKELEVITCH VLADIMIR
Bourges, 1903-París, 1985 Hijo de una familia de intelectuales judíos emigrados de Rusia, su padre fue uno de los primeros traductores de Freud al francés. Terminó sus estudios en 1922 y en 1932 se doctora en Letras. En 1939, es movilizado al frente y herido. Al abandonar el hospital, entra en la clandestinidad, participando en la Resistencia. Tras ocupar desde 1947 su cátedra en Lille, pasa a ser profesor en la Sorbona en 1951. Gran amante y estudioso de la música, ha escrito también varios ensayos sobre el tema. La mayor parte de su extensa obra filosófica gira en torno a los problemas que conforman la experiencia de la vida cotidiana.