LA INGRATA TAREA DE NO DEJARME QUERER
¿Pueden una mujer y un hombre maduros volver a enamorarse? ¿O solo cabe compartir con elegancia sus soledades y dejar de lado las aspiraciones personales? Al apostar quizás por última vez al amor, ¿qué rol juega el miedo a caer en las mismas trampas del pasado?
Antes de morir su compañera, Juan Carlos Kreimer recibe un pedido de ella: reunir los diarios personales. Después de cuatro años, cuando los pone a dialogar, descubre que no todo lo que vivieron fue como se lo habían contado a sí mismos.
El cruce de los respectivos diarios y notas que compone La ingrata tarea de no dejarme querer saca a la luz un desafío común a ambos: amarse profundamente y, al mismo tiempo, simular que pueden prescindir del amor del otro. Es tal su rechazo a admitirlo que cuando por fin se entregan, se sienten incapacitados para gozar la felicidad de estar juntos. Hay algo indudable: han sido protagonistas de una gran historia de amor.
Edad recomendada: Adultos.
KREIMER JUAN CARLOS
Pertenece a la generación del 70, jóvenes disconformes que buscaban su propia narrativa a través del periodismo como arte, la militancia contracultural y el relato de las propias derivas. Como a muchos de ellos, su desgarro lo llevó a expatriarse y lo que se insinuaba como ir tras un destino de supervivencia resultó en verdad un camino de regreso al impulso inicial: fuera contarlo desde adentro, en ficción o crónicas. Desde entonces, nunca paró de escribir sobre sus circunstancias y captar lo que anticipaban los vientos. De esas ráfagas queda una veintena de libros publicados. Entre ellos, ¡Agarrate!, Punk, la muerte joven Planeta, 2015 , Prosa caníbal, Bici Zen Planeta, 2022 , El Artista como buscador espiritual, y tres novelas: Todos lo sabíamos, El río y el mar, y ¿Quién lo hará posible?