Regresa una de las grandes autoras contemporáneas.
¿Mi nombre verdadero? Nadie lo recuerda.
¿Los sucesos de aquel verano? Nadie más los conoce.
¿Mi nombre verdadero? Nadie lo recuerda.
¿Los sucesos de aquel verano? Nadie más los conoce.
En el verano de 1862, un grupo de jóvenes artistas, guiados por el apasionado y brillante Edward Radcliffe, viaja a Birchwood Manor, una casa de campo a orillas del Támesis. Tienen un plan: vivir un mes recluidos y dejarse llevar por su inspiración y creatividad. Sin embargo, cuando el verano toca a su fin, una mujer ha muerto de un disparo y otra ha desaparecido, se ha extraviado una joya de valor incalculable y la vida de Edward Radcliffe se ha desmoronado.
Unos ciento cincuenta años más tarde, Elodie Winslow, una joven archivista de Londres, descubre una cartera de cuero que contiene dos objetos sin relación aparente: una fotografía en sepia de una mujer de gran belleza con un vestido victoriano y el cuaderno de bocetos de un artista en el que hay un dibujo de una casa de dos tejados en el recodo de un río.
¿Por qué Birchwood Manor le resulta tan familiar a Elodie? ¿Y quién es esa hermosa mujer que aparece en la fotografía? ¿Le revelará alguna vez sus secretos?
Con la genialidad y elegancia que la caracterizan, Kate Morton nos narra, a través de varias voces a lo largo del tiempo, la historia de un asesinato, un misterio y un robo, una reflexión sobre el arte, el amor y las pérdidas.
Por sus páginas fluye como un río la voz de una mujer ya libre de las ataduras del tiempo y cuyo nombre ha caído en el olvido: Birdie Bell, la hija del relojero, la única persona que vio todo lo sucedido.
MORTON KATE
KATE MORTON es una autora galardonada y bestseller del Sunday Times y del New York Times. Sus novelas -La casa de Riverton, El jardín olvidado, Las horas distantes, El guardián secreto, La casa del lago, La hija del relojero y Regreso a casa- se han publicado en más de 45 países, en 38 idiomas, y todas han sido número uno en ventas en todo el mundo.
Kate Morton creció en las montañas del sureste de Queensland y ahora vive con su familia en Londres y Australia. Es licenciada en arte dramático y literatura inglesa, y soñaba con unirse a la Royal Shakespeare Company hasta que se dio cuenta de que lo que más amaba eran las palabras que la interpretación. Kate todavía siente una punzada de nostalgia cada vez que va al teatro y las luces se atenúan.
Me enamoré profundamente de los libros de niña y creo que leer es libertad; que leer es vivir mil vidas en una; que la ficción es una conversación mágica entre dos personas -tú y yo- en la que nuestras mentes se encuentran a través del tiempo y el espacio. Me encantan los libros que evocan un mundo a mi alrededor, dando vida a sus personajes y escenarios, de modo que el mundo real desaparece y lo único que importa, de principio a fin, es pasar una página más.