Quino, de la mano de ese grupito de niños de ojos y corazones asombrados, fundó una escuela de pensa miento caracterizada por la pluralidad: la bondad cu riosa de Miguelito, el materialismo humilde de Mano lito, la dulce soberbia de Susanita, la heroicidad tímida de Felipe, el escepticismo ceceoso de Guille, el compro miso caótico y afrancesado de Libertad, y la filosofía hu manista de su gran protagonista.
Lo que hace brillar a Mafalda no es solo su humor, lo que la hace única, por encima de todo, es su voluntad y su capacidad de explicar lo inexplicable, ya sea la realidad que la circunda o los sentimientos más complejos. Porque, como ha ocurrido prácticamente desde el nacimiento de Mafalda, sus viñetas son y seguirán siendo una ventana desde la que mirar la sociedad en la que vivimos.