A fines de 2019, luego de cuatro años de mandato de Mauricio Macri, la Argentina quedará desprestigiada, endeudada y empobrecida. El Producto Bruto Interno (PBI) será un 5% inferior al de 2015, y teniendo en cuenta el crecimiento demográfico, el PBI per cápita habrá disminuido el 10%; medido en dólares corrientes, estará por debajo de la mitad comparado con el de diez años atrás. El desempleo oficial alcanzará a dos millones de personas, un nivel superior al de 2006. En 2018 la tasa de inflación de los precios minoristas alcanzó niveles desconocidos desde 1991 y el déficit de la balanza de pagos constituye un récord histórico en dólares constantes. Nadie -ni siquiera los sicarios ideológicos del régimen- niega o discute el empobrecimiento de la Argentina, cuyo endeudamiento bajo la férula del FMI alcanza el 95% del PBI.