Es 1942, Travin llega a Córdoba con su madre y su hermana por quince días. Travin mira con deseo y curiosidad un mundo al que no pertenece -el del hotel Los Sauces y los chalets residenciales- habitado por militares, alemanes, gente muy cercana al poder. Una sociedad en miniatura con sus secretos, complicidades y traiciones que prefigura una Argentina que se desplegará en su fascismo décadas más tarde. Travin se asoma a ese abismo y no sale indemne.
ROTENBERG ABRASHA
Aunque nació 1926 en Teopol, un pequeño pueblo ucraniano de la Unión Soviética, Abrasha Rotenberg también residió durante su infancia en Magnitogorsk, una ciudad industrial modelo del proyecto comunista, y luego en Moscú. A los ocho años llegó a Buenos Aires donde recibió una educación laica argentina y judía. En 1948 participó en la creación del semanario Nueva Sion donde tuvo sus primeras experiencias como periodista. Entre 1950 y 1951 se instaló en Jerusalén para completar sus estudios de economía y sociología en la Universidad Hebrea, y creó en Kol Israel, la radio estatal, un departamento en castellano para Sudamérica. Al regresar a Buenos Aires, se especializó en asesorar empresas cinematográficas y periodísticas. Vinculado desde la adolescencia al periodista Jacobo Timerman, participó en la fundación de las revistas Primera Plana, Confirmado y el periódico La Opinión, del cual fue, además de socio, director. Tras el golpe militar de 1976 se radicó con su familia en Madrid, y asociado a Manuel Aguilar fundó la editorial Altalena. Abrasha Rotenberg comenzó a escribir libros, formalmente, a los 75 años. Sus obras, Última carta de Moscú, La Opinión amordazada, Raíces y recuerdos, Chistes judíos que me contó mi padre, La amenaza y ahora El moscovita desesperado, fueron publicadas en Argentina, Brasil, España y Rusia. Tras treinta y siete años en Madrid, actualmente reside en Buenos Aires.