JOSEPH FOUCHÉ: RETRATO DE UN HOMBRE POLÍTICO
No correríamos riesgo de exagerar si dijéramos que Joseph Fouché probablemente haya sido uno de los personajes más emblemáticos y controvertidos de la historia. Es notable cómo, a lo largo de los años, pasara lo que pasara, siempre era Fouché el que quedaba a flote. Ambicioso, deseoso de poder, frío, apoyó la Revolución Francesa de 1789 y se unió a los girandinos, que en ese momento eran mayoría. Cuando Maximilien de Robespierre entra en escena, los intereses de Fouché se desplazan y se adhiere a los jacobinos. Pasa de ser un monáquico moderado a un jacobino radical. En el Comité de Salvación Pública, vota a favor de la ejecución de Luis XVI. En 1794, Fouché es quien envía a Robespierre a la guillotina. Después de tres años de ostracismo, Fouché se convierte en ministro de Policía, desde donde construye una red de espionaje en toda Francia, que le permite propiciar el golpe de Estado que termina con Napoleón Bonaparte en el poder. En todo momento de la historia, hasta su muerte en 1820, Fouché logró acomodarse para siempre salir airoso. Y eso incluye burlar a las autoridades que lo querían llevar preso al escapar, cual serie hollywoodense, a través de una ventana mientras los policías esperaban que saliera del baño.
STEFAN ZWEIG
Stefan Zweig fue un escritor, biógrafo y activista social austríaco, posteriormente nacionalizado británico, en la primera mitad del siglo XX. Sus obras estuvieron entre las primeras que protestaron contra la intervención de Alemania en la Primera Guerra Mundial y fue muy popular entre las décadas de 1920 y 1930.
Edad recomendada: Adultos.
ZWEIG STEFAN
Viena, 1881 - Petrópolis, Brasil, 1942 Fue un escritor enormemente popular, tanto en su faceta de ensayista y biógrafo como en la de novelista. Su capacidad narrativa, la pericia y la delicadeza en la descripción de los sentimientos y la elegancia de su estilo lo convierten en un narrador fascinante, capaz de seducirnos desde las primeras líneas.