HYBRIS - 9789877692662
Edad: Adultos
Alberto Laiseca nació en Rosario, el 11 de febrero de 1941 y murió el 22 de diciembre de 2016. Entre novela, cuento, poesía y ensayo, publicó veinte libros. Es autor de Los sorias, considerada una de las mejores novelas argentinas, Su turno para morir 1976 , Aventuras de un novelista atonal 1982 , La hija de Kheops 1989 , La mujer en la muralla 1990 , El jardín de las máquinas parlantes 1994 y El gusano máximo de la vida misma 1999 ; el libro de poesía Poemas chinos 1987 y los cuentos Matando enanos a garrotazos 1982 y Por favor, ¡plágienme! 1991 . Recibió la beca Guggenheim, el Premio Boris Vian, un diploma al mérito de la Fundación Konex y el Martín Fierro a Mejor Programa Cultural de Cable.
SINOPSIS
«Si Sindicalia es su primera novela y La puerta del viento la novela que le debía a su juventud, Camilo Aldao es el esfuerzo supremo por no entregar el Territorio Lai a las tropas de la muerte. Y las tres novelas reunidas son la hybris de Laiseca: su desmesura. Como dice en La puerta del viento: "Solo cumplíamos las órdenes del exceso».
Selva Almada
Infidelidad, traición, sexo, masoquismo, libros, guerra, violencia, anticomunismo, fascismo, soledad, desamor. En clave esotérica y delirante, detonan la clásica división binaria: aquí realidad allí ficción; ¿cuerdo o loco de atar?, la escritura o la vida... Intacta, su demasía encuentra en este volumen con inéditos una de las tantas formas posibles. Discípulos del mítico taller del Maestro, Selva Almada y Sebastián Pandolfelli rescataron -entre un desquicio de papeles, anotaciones sueltas y un proverbial anecdotario- no solo estos originales. También el ánimo para reinterpretar ese fenómeno astrológico y paranormal llamado Alberto Laiseca, que altera todavía hoy los aparejos críticos y amenaza esa ilusión llamada Literatura argentina.
LAISECA ALBERTO
Alberto Laiseca fue un escritor argentino nacido en Rosario en 1941 y fallecido en Buenos Aires en 2016. Cultivó un estilo único llamado "realismo delirante", con obras monumentales como Los sorias y El jardín de las máquinas parlantes. Además de su labor literaria, se destacó como narrador en televisión con el ciclo Cuentos de terror. Su vida estuvo marcada por la imaginación como refugio y por una visión desmesurada de la creación artística.