HISTORIA DE LA MUJER CANÍBAL
El marido de Rosélie acaba de ser asesinado. Abandonada a su suerte en Ciudad del Cabo, se siente una extranjera en tierra hostil, una sombra dibujada en el rostro de un país cuyas heridas siguen cicatrizando. Querría volver a su casa, pero ¿dónde está su casa? Nacida en Guadalupe, educada en Francia, el color de su piel la ha perseguido por cuatro continentes, y no hay lugar en el mundo que le haya dado tregua. Tras la misteriosa muerte de su marido, a su alrededor se desata una tormenta de habladurías, rumores y sospechas, y ella, que se ganaba la vida como pintora, ya no se ve capaz de pintar. Tampoco puede dormir, cuando siempre ha tenido el don de devolverle el sueño a los demás. Por primera vez, duda: ¿quién fue realmente su marido? En este relato de supervivencia, Maryse Condé desentierra una existencia de desarraigo y lucha, y demuestra una vez más que en la vida, por mucho que a veces lo parezca, nada es seguro ni definitivo.
Una novela sobre la soledad y la resistencia, donde la gran Maryse Condé vuelca la sabiduría, la belleza y la rabia de toda una generación. Una historia que explora la identidad y la exclusión con una perspectiva única, solo al alcance de una de las voces más respetadas de la literatura actual.
MARYSE CONDÉ
Maryse Condé nació en Pointe-à-Pitre, comuna francesa del archipiélago antillano de Guadalupe, en 1937. Fue la menor de una familia de ocho hermanos. Cuando tenía dieciséis años, se marchó a París para estudiar en el liceo Fénelon, y después en la Sorbona. Allí conocería a Mamadou Condé, un actor guineano con el que contrajo matrimonio en 1959 y del que se divorciaría veintidós años después para casarse con Richard Philcox, el traductor al inglés de la mayor parte de su obra. Tras terminar sus estudios, trabajó como profesora de Francés en Guinea, Ghana y Senegal, hasta que en 1970 volvió a Francia. Cinco años después se doctoró en Literatura Comparada; su tesis versaba sobre los estereotipos negativos de la población negra que aparecían en la literatura caribeña.
Edad recomendada: Adultos.