Quizá la característica más saliente de Hamlet, de William Shakespeare, sea la contraposición de dos hebras estructurales, una dramática, o de acción, referida al argumento, y otra esencialmente lírica, o de inacción, donde ocupan un lugar preferencial los soliloquios del príncipe de Dinamarca. La primera es externa: tiene que ver con la tragedia de venganza. El locus del segundo plano es la mente de Hamlet, el interior del personaje, su pensamiento, sus dudas, vacilaciones y dilaciones. Hamlet es, por un lado, una tragedia de venganza con visos de enigma, de misterio policial y de cronicón de capa y espada; por otro, un estudio del escepticismo reflexivo que pone fin al Medioevo e inicia el Humanismo renacentista. La traducción y el estudio preliminar han estado a cargo de Rolando Costa Picazo, especialista en literatura inglesa, estadounidense y comparada, y en prácticas y teoría de la traducción, profesor consulto titular de la Universidad de Buenos Aires, quien también ha vertido al español obras de Hemingway, Faulkner, Truman Capote, W. H. Auden, Hart Grane, T. S. Eliot, Jack Kerouac, Doris Lessing, Emily Bronté, y E.M. Forster, entre otros. Ha traducido para COUHUE CLASICA otras tragedias de Shakespeare: Ótelo, Rey Lear, Romeo y Julieta y Macbeth.
SHAKESPEARE WILLIAM
Bautizado el 26 de abril de 1564, Stratford-upon-Avon, - 23 de abril de 1616, Stratford-upon-Avon.
William Shakespeare fue un poeta, dramaturgo y actor inglés, considerado el más grande autor dramático de todos los tiempos. Resulta muy difícil hablar de Shakespeare sin caer en tópicos. A pesar de que sus obras se escribieron a caballo entre los siglos XVI y XVII y se representaron en un teatro modesto, la inmensa mayoría han sobrevivido, se siguen representando en todo el mundo y forman parte del acervo cultural. Paradójicamente, la vida del llamado "cisne de Avon" sigue envuelta de misterio. Por no saber, no se sabe con seguridad ni el día en que nació. De hecho, existen conspiranoicos que aseguran que en realidad las obras no las escribió él, sino que simplemente las firmó, y que el verdadero autor fue Edward de Vere, XVII conde de Oxford, que se escondió tras la figura del actor. En cualquier caso, lo importante es su legado. Shakespeare cultivó con igual acierto drama y comedia. De su vasta obra cabe destacar Hamlet, Macbeth, Otelo, El rey Lear, Mucho ruido y pocas nueces y Romeo y Julieta.