Jordan Scott ha escrito, desde su propia experiencia, esta obra poderosa, con un lenguaje poético que destila autenticidad para describir lo que sienten los niños y niñas con tartamudez. Además de deleitar, este libro para primeros lectores permite identificar sentimientos como la soledad o la autoaceptación. Las magníficas acuarelas del multipremiado Sydney Smith envuelven al lector en un crisol de emociones: desde la ansiedad claustrofóbica de un aula hasta la belleza sobrecogedora de los destellos naturales sobre el agua mientras un padre ayuda a reconectar a su hijo con el mundo que lo rodea. Un álbum conmovedor para cualquier persona que alguna vez se haya sentido sola o simplemente diferente.