Los amigos de Gaturro planean un picnic para festejar su cumpleaños, pero de camino al campo, los sorprende una tormenta y deben refugiarse en la única casa que hay en los alrededores: una mansión un tanto sospechosa.
Los reciben allí un mayordomo y una cocinera, y para sorpresa de los gatitos, la dueña de casa, que los confunde sus propios gatos perdidos, los llama con otros nombres y los mima y los alimenta en exceso... no es que tantas buenas atenciones le molesten a Gaturro, pero cuánto pueden valer como para soportar una noche de pesadilla: con fantasmas que los quieren ahuyentar, un camionero loco que los persigue y un mayordomo y una cocinera que intentan servirlos, ¡pero para la cena!