FRANKENSTEIN O EL MODERNO PROMETEO
«Si no puedo inspirar amor, desencadenaré el miedo».
Robert Walton es un escritor fracasado que se propone explorar el Polo Norte con la esperanza de expandir el conocimiento científico. Durante el viaje, la tripulación rescata a un hombre casi congelado llamado Victor Frankenstein. Frankenstein ve en Walton la misma obsesión que lo ha destruido a él y le cuenta su historia, la de un joven estudiante de ciencias que crea un hombre artificial a partir de fragmentos de cadáveres.
Esta escalofriante narración gótica que comenzó cuando Mary Shelley tenía sólo dieciocho años de edad, ha pasado a ser la obra de terror más famosa del mundo y sigue siendo una exploración devastadora de los límites de la ambición humana.
«Frankenstein se convirtió en mi biblia porque lo que escribió Mary Shelley fue la quintaesencia de la sensación de aislamiento que tienes cuando eres joven. Es el libro adolescente por excelencia». Guillermo del Toro
Edad recomendada: Adultos.
SHELLEY MARY
30 de agosto de 1797, Londres - 1 de febrero de 1851, Londres. Mary Wollstonecraft Shelley tiene un lugar en el olimpo de la literatura gracias a una obra brillante y seminal: Frankenstein o el moderno Prometeo. Hija única de un matrimonio de intelectuales, el filósofo William Godwin y la escritora y pionera del feminismo, Mary Wollstonecraft, Mary recibió una educación exquisita. Siendo apenas una adolescente, en 1812 conoció al poeta Percy Shelley y se fugó con él a Francia. Se casaron en 1816, cuando la primera esposa del poeta se suicidó. El verano de ese año, la pareja coincidió en una villa en Suiza con John Polidori y Lord Byron. Este último, a modo de juego, retó a sus amigos a escribir una historia de terror. Ese fue el germen de Frankenstein, considerada por muchos expertos la primera novela de ciencia ficción de la historia, creando además uno de los arquetipos más reconocibles del género: el científico loco. Aunque Victor Frankenstein, más que un personaje loco, es el retrato de un hombre que, queriendo imitar a los dioses, acaba por crear un monstruo.