Producto de un largo proceso de escritura que se extendió entre los años 1772 y 1831, el Fausto de Johann Wolfgang von Goethe es una de las obras fundamentales de la literatura universal. Basada en una honda reflexión sobre las condiciones de vida del hombre, en particular, sobre las limitaciones del conocimiento humano, la tragedia enlaza de modo original motivos tales como la tensión entre acción y deseo y la dialéctica entre revolución y conservación. El texto de Goethe elabora poéticamente las transformaciones y conflictos históricos de finales del siglo XVIII y principios del XIX y se alza, desde su misma forma fragmentaria y heterogénea, como una de las meditaciones más imponentes sobre el carácter inacabado, contradictorio y violento del individuo moderno.
La introducción, la traducción directa del alemán y las notas del presente volumen, que incluye completas la primera y la segunda parte de la tragedia, así como esquemas y esbozos previos a su publicación, han estado a cargo del doctor Miguel Vedda, profesor titular de Literatura Alemana de la Universidad de Buenos Aires e investigador del CONICET, quien también ha traducido para la colección Colihue Clásica El proceso de Franz Kafka y los Manuscritos económico-filosóficos de Karl Marx.
VON GOETHE JOHANN WOLFGANG
Fráncfort, 1749 - Weimar, 1749. Escritor y poeta, considerado el máximo exponente de la literatura alemana, Goethe, mostró de pequeño una inteligencia superior y una curiosidad insaciable que lo llevaron a estudiar griego, latín, hebreo y francés, así como también historia, geología, química y medicina. En Estrasburgo, en 1770, mientras terminaba sus estudios de abogacía, conoció a Friederike Brion, quien sería fuente de inspiración para sus primeros poemas, y al filósofo y teórico del arte Johann von Herder, quien lo inició en la lectura de los clásicos greco-latinos. Imbuido en el espíritu romántico del movimiento Sturm und Drang,«Tormenta e Impulso», publicó en 1773 la novela epistolar Las penas del joven Werther, que tuvo un éxito rotundo en toda Europa. En 1794 entabló una intensa pero tormentosa amistad con el dramaturgo Friedrich Schiller, a quien admiraba. En aquellos años comenzó a escribir su poema dramático Fausto, que se convertiría en su obra cumbre. Goethe alcanzó fama mundial, y hasta Napoleón lo visitó en su casa; sin embargo, tras su muerte en 1832 cayó en el olvido durante años. Sus últimas palabras recuerdan las ansias de sus personajes: «¡Luz! ¡Más luz!».