El viento sopla, brama, aúlla o es apenas un suspiro. A su paso bailan los  pétalos, vuelan los panaderos, corren carreras los avioncitos. Se entretiene  moviendo las aspas del molino, desplegando velas de barco o persiguiendo  nubes. En sus brazos se hamacan las ramas, giran las veletas, viajan los  barriletes.     Estos poemas llegan, en los dedos del viento, soplando versos. Para leer  antes que una brisa los aleje o un tornado los borre.