Hace mucho tiempo vivía un Emperador muy vanidoso, que siempre estaba cambiando de ropa. ¡Cuánto disfrutaba que todos halagaran sus trajes! Pero en esta historia, el Emperador no está solo: lo acompañan dos ministros temerosos del qué dirán, un par de falsos tejedores, y un niño inocente que revelará la verdad todo esto, entre viajes, hilos y botones de oro, ¡y un gran desfile! Una clásica historia con una enseñanza que nos dará qué pensar.
ANDERSEN HANS CHRISTIAN
«La figura alargada, desaliñada, encorvada como la de un lémur, con una cara excepcionalmente fea». Así describe Friedrich Hebbel al célebre escritor danés, internacionalmente conocido por sus cuentos para niños, patito feo convertido en flamante cisne a través de la escritura. Hijo de un zapatero y una lavandera con una infancia marcada por la pobreza, huyó con apenas catorce años a Copenhague con la intención de convertirse en actor o cantante. Rechazado y tachado de lunático, solo encontró apoyo en Jonas Collin, director del Teatro Real, quien financió sus estudios y le abrió las puertas a la dramaturgia aunque sin mucho éxito. Fue en 1834 cuando aparecieron sus primeras narraciones, cuentos nacidos de la tradición oral, que le dieron la fama que buscaba. Numerosas fueron las cortes reales y mansiones aristocráticas que visitó para recitar sus historias. Soltero, sin amor y sin patria, hizo de sus viajes por el mundo una huida de la soledad, y narró sus experiencias en libros como El bazar de un poeta 1842 o Viaje por España 1863 . Siguió escribiendo sus cuentos para niños hasta 1872, tres años antes de su muerte tras una amarga enfermedad.