Este teatro, realista y simbólico a la vez, sitúa en primer término los problemas del individuo y encierra al mismo tiempo una significación social. Tiene siempre en cuenta la importancia infinita del caso singular, según la formulación de los investigadores de El Tragaluz. Sus personajes son seres humanos concretos, complejos, nunca de una pieza ni meros sustentadores de una idea. Puede considerarse, en tal sentido, éste como un teatro psicológico. Por otra parte, el personaje bueriano tiene que afrontar y resolver, como individuo, una problemática moral que es de naturaleza social.
Antonio Buero Vallejo
Guadalajara, 1916-Madrid, 2000 . Su firme posición de apoyo a la República durante la Guerra Civil, así como su afiliación al Partido Comunista le supuso, en principio, una condena a muerte que finalmente quedó reducida a siete años en distintas cárceles franquistas. A partir de 1946, en libertad provisional, comienza su producción teatral, siendo en 1948, con el estreno de Historia de una escalera, cuando consigue el primer reconocimiento y éxito de crítica y público. A partir de entonces sigue estrenando obras, casi siempre con problemas con la censura debido a los temas tratados. A destacar obras como El concierto de San Ovidio 1962 o El tragaluz 1967 . Miembro de la RAE, Buero Vallejo recibió el Premio Cervantes, en 1986. Diez años más tarde, en 1996, también sería premiado con el Nacional de las Letras Españolas.