Había una vez veinticinco soldaditos de plomo, que eran todos hermanos, pues los habían fundido de una misma vieja cuchara de plomo. Llevaban sus rifles al hombro, y miraban en línea recta hacia adelante, todos espléndidos en sus chaquetas rojas y sus pantalones azules.
"¡Soldaditos de plomo!" fue lo primero que estos hombrecitos oyeron en su vida. Un niño, que cumplía años, acababa de levantar la tapa de la caja en la que estaban guardados, y al verlos aplaudió con alegría. En seguida los ubicó en sus posiciones sobre la mesa. Todos eran iguales, salvo uno que tenía una pequeña diferencia. Como era el último que había sido fundido, y el plomo no había alcanzado para terminarlo, el soldadito tenía una sola pierna.
De todas maneras, ahí estaba él, firme sobre su única pierna, al igual que los otros, sobre las dos que tenían. Pero esperen y vean: este soldadito los asombrará.
La clásica historia de Hans Christian Andersen, en una hermosa edición ilustrada por la artista francesa Edmée Cannard.
ANDERSEN HANS CHRISTIAN
De origen muy humilde, Hans Christian Andersen 1805-1875 se fue pronto a la capital de su país, Copenhage, en busca de fortuna. Quería triunfar como actor y cantante, y aunque despertó el interés de algunos mecenas, que apoyaron su formación, acabó escribiendo y viajando mucho. Publicó poesía, teatro, novela y varios libros que recogían sus experiencias por Alemania, Gran Bretaña, Turquía, Suecia o España. Sin embargo, aquello que lo hizo famoso y mundialmente reconocido como autor, ya en vida, fueron sus cuentos infantiles, algunos inspirados en leyendas nórdicas pero la mayoría inventados por él. Son más de doscientos relatos repletos de imaginación, humor y gran sensibilidad que lo han convertido en uno de los grandes clásicos de la literatura infantil. Su obra, con títulos como El patito feo, La sirenita, El traje nuevo del emperador o La Reina de las Nieves continúa inspirando adaptaciones de todo tipo y es una de las más traducidas del mundo.