Cuando, en 1890, el lippincotts Magazine publicó EL Retrato de Dorian Gray, el rechazo y condena de la crítica inglesa fue casi unánime. El fundamento de la crítica era aún más perverso e hipócrita que los motivos que la suscitaron. Nadie recordaría hoy a eso oscuros censores sino fuera por la obra de Wilde a cuyo carro se subieron para atar allí sus sórdidas banderas de moral. Oscar Wilde estaba acusado de horrorizar al público inglés, sin embargo, esta objeción, casi circunstancial, venía a encubrir un juicio a su homosexualidad. el cual tomaba el rodeo del producto literario para fustigar al autor por este delito. lo cierto es que esta magnífica obra pone al descubierto la hipocresía y superficialidad de la aristocracia británica, y muestra a sus exponentes más abominables valiéndose de una historia sorprendente que recuerda a ciertos pactos celebrados con el diablo para superar las debilidades y la finitud humana y alcanzar el sueño de una juventud y belleza eternas.
WILDE OSCAR
Oscar Wilde nació en Dublín en 1854 y murió en París en 1900. Fue un escritor, poeta y dramaturgo de enorme importancia hacia el final de la época victoriana. Dueño de un estilo único, ingenioso, provocador e iconoclasta, es recordado por sus obras de teatro La importancia de llamarse Ernesto, El abanico de Lady Windermere, Una mujer sin importancia, La duquesa de Padua, entre otras, por los famosos cuentos El príncipe feliz o El gigante egoísta, y sobre todo por su única novela, El retrato de Dorian Gray. También escribió epigramas, poesía y textos periodísticos. Fue una personalidad de la cultura muy destacada en su tiempo, por lo que su prematura e injusta muerte tuvo un impacto que reverbera hasta hoy.